Cuando un caballo bebe, mete el hocico en el agua y abre los labios. Es importante que no se pueda aspirar aire, por lo que solo se frunce el punto central de los labios para crear una abertura.
La mayoría de los caballos saben exactamente cuánta agua beber para mantenerse bien hidratados. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que un caballo puede beber demasiado.
Es poco probable que un caballo deje de beber hasta el punto de deshidratarse a menos que esté enfermo. Sin embargo, debe controlar la ingesta de agua de su caballo, ya que la deshidratación puede ocurrir en un corto espacio de tiempo.
Los caballos beben agua frunciendo los labios y usando la lengua para crear un área de baja presión que atrae el agua hacia la boca. Esto luego desencadena el reflejo de deglución.
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